¿Qué es la obesidad infantil y cómo afecta la salud?

La obesidad puede definirse como la acumulación excesiva de grasa en el organismo, que puede llegar a constituir un serio peligro para la salud. La causa subyacente es un balance energético positivo, que tiene como consecuencia el aumento de peso, es decir, que las calorías consumidas exceden las calorías que se gastan.

La obesidad infantil es una condición médica que se da en niños y adolescentes que tienen exceso de grasa corporal, lo que puede afectar gravemente su salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una enfermedad de salud pública, ya que está alcanzando cifras alarmantes en estos últimos años. A causa de la obesidad infantil se pueden desarrollar otras enfermedades, como la diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares o hipertensión arterial. Esta condición afecta tanto en lo físico como en lo emocional.

Los trastornos físicos y psicológicos causados por la obesidad infantil

Anteriormente, se consideraba que el sobrepeso infantil no era perjudicial; se pensaba que un niño gordo era un niño sano. Ahora se sabe que existen problemas inmediatos y futuros asociados con la obesidad infantil.

Las consecuencias psicosociales de la distorsión de la imagen física para el niño obeso son muy importantes: baja autoestima, aislamiento social, discriminación e incluso patrones anormales de conducta que derivan en bulimia y anorexia nerviosas. La obesidad infantil produce alteraciones ortopédicas, respiratorias y cutáneas, y aumenta la incidencia de diabetes, hipertensión y dislipemias (aumento de colesterol y triglicéridos).

Aparte de los problemas físicos y emocionales que surgen en la infancia, los estudios a largo plazo han demostrado que la obesidad adolescente es muy a menudo un indicio de obesidad adulta, especialmente si los padres también son obesos.

Además, en la infancia el problema puede ser aún mayor por la angustia que provoca en el niño la cruel discriminación de los compañeros del colegio y amigos.

¿Cómo saber si un niño tiene obesidad? Indicadores clave

Los indicadores clave para saber si uno tiene obesidad incluyen el cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC). Un niño se considera obeso cuando su peso sobrepasa el 20% de su peso ideal.

La probabilidad de ser un adulto obeso cuando se ha sido un niño obeso varía según la edad de comienzo de dicha obesidad, siendo del 40% cuando comienza entre los 6 meses y los 7 años, y del 70% para los que comienzan entre los 10 y los 13 años. Esta diferencia se explica porque las células que almacenan grasa se multiplican sobre todo en esta etapa de la vida.

El índice de masa corporal (IMC), medido al menos una vez al año, es una buena manera de diagnosticar el desarrollo de la obesidad en un niño. El IMC contabiliza tanto la altura como el peso del individuo, y señala si un niño está ganando demasiado peso para su altura o si es equilibrado.

Otros indicadores de obesidad infantil son el tamaño y aumento del perímetro abdominal, problemas de movilidad o síntomas asociados, como cansancio excesivo y dificultades respiratorias. Siempre es recomendable consultar con un especialista para que diagnostique correctamente.

En Doctor López Nava, disponemos de un equipo de médicos expertos en obesidad. Podrás consultarnos y te ayudaremos.

Existen numerosos factores determinantes de la obesidad. Se trata de una enfermedad metabólica multifactorial influida por elementos sociales, fisiológicos, metabólicos, moleculares y genéticos. No obstante, la combinación de una alimentación inadecuada en cantidad y tipo de alimentos y la tendencia a realizar menos actividad física explica en parte por qué se ha duplicado la obesidad infantil en los últimos 15 años en nuestro país. Por tanto, los malos hábitos de alimentación y un estilo de vida sedentario son los factores responsables.

La dieta actual y su impacto en la obesidad infantil

El incremento del porcentaje de jóvenes con obesidad ha aumentado en los últimos años principalmente por las modificaciones en los hábitos alimentarios. La dieta se caracteriza por ser desequilibrada y excesivamente calórica.

En general, los niños toman más cantidad de alimentos de la que precisan y su alimentación es rica en grasas, azúcares sencillos y calorías, con un predominio de los precocinados, los dulces y un consumo insuficiente de verduras, legumbres, frutas y pescado.

A esto se suma el hecho de que muchos niños y adolescentes omiten el desayuno, una de las comidas más importantes del día, directamente implicada en la regulación del peso.

Todo lo anterior deriva de la falta de educación nutricional. Es algo que debemos trabajar tanto en casa como en el colegio.

Prevención de la obesidad infantil: Consejos clave para una vida saludable

La prevención de la obesidad infantil requiere tiempo y concienciación. Es fundamental que haya un equilibrio entre la dieta y la actividad física regular. Algunos consejos clave para una vida saludable son:

  • Un buen desayuno. Es la comida del día que mayor incidencia tiene sobre el rendimiento escolar.
  • Desarrollar el gusto por las verduras y frutas, mezclando pequeñas cantidades con diferentes condimentos para disimular su presencia.
  • Evitar que piquen entre horas, distribuyendo los alimentos de manera racional durante el día.
  • Acostumbrarlos a masticar despacio.
  • Impulsar la práctica de actividad física y reducir el tiempo dedicado a actividades sedentarias.

Cuando en la familia existe uno o varios miembros con obesidad o enfermedades cardiovasculares, puede ser necesario plantear programas de detección e intervención temprana mediante la visita al pediatra. En casa, es importante llevar un hábito de alimentación adecuado y proporcional a cada edad.

Cómo fomentar hábitos alimenticios saludables en los niños

Es fundamental fomentar hábitos alimenticios saludables en los niños para combatir la obesidad infantil. Algunos pasos prácticos son:

  • Hacer que los niños ayuden en la cocina para fomentar su interés por los alimentos.
  • Ser modelos de conducta, enseñándoles desde la práctica.
  • No premiarlos con comida; optar por otro tipo de recompensas, como actividades lúdicas.
  • Enseñarles los tipos de alimentos y su importancia.
  • Organizar las comidas para evitar la improvisación.

Calcula el IMC de tu pequeño aquí. La obesidad infantil no solo es un desafío médico, sino también social y educativo. La implementación de medidas preventivas y la promoción de estilos de vida saludables son fundamentales para garantizar el bienestar de las futuras generaciones.