La mayoría de nuestros pacientes con un IMC de entre 30-35 nos hacen esta pregunta y la respuesta es: DEPENDE
Depende, es decir, cada paciente es único y cada caso persona con sobrepeso u obesidad tiene una historia detrás además de unas variables médicas que hay que tener en cuenta. Por eso no existe un tratamiento más efectivo que otro sino personas a quienes un tratamiento les resultará más efectivo que otro.
Veamos, por un lado el balón intragástrico tiene una serie de ventajas que a priori lo convierten en una opción válida para todo aquel que quiera perder un exceso de peso de entre 18 -20 kilos. En nuestro caso y después de haber tratado a más de 2.000 pacientes en los últimos 15 años, podemos decir que la pérdida de peso media es de alrededor de 20-22 kg. Se trata de una técnica sencilla, segura, sin cirugía y que no requiere ingreso hospitalario.
En pacientes con Índice de Masa Corporal superior a 30 lo recomendamos puesto que suele funcionar bien. Eso sí, el paciente debe saber que «los milagros no existen» y que a pesar de que se trata de un procedimiento con muy buenos resultados, estos resultados sólo se mantendrán a largo plazo si la persona ha interiorizado el proceso de cambio de hábitos alimenticios que nuestro equipo médico le indique.
No olvidemos que el balón es una ayuda para que durante los 6 meses que dura el tratamiento el paciente aprenda a comer mejor, se sienta saciado antes y pueda hacer el cambio de hábitos que siempre ha intentado hacer pero que no le ha funcionado en otras ocasiones (dietas).
Los datos hablan por sí solos- el promedio de kilos perdidos y su mantenimiento a medio plazo (dos años después) es de unos 20 kilos- pero el paciente no debe esperar a que el balón haga por sí solo el trabajo. El balón es la herramienta para adelgazar; el paciente es quien debe estar dispuesto a realizar todo el proceso en compañía del equipo médico que le ayudará a conseguirlo (nutricionista, psicólogo,..) de un modo seguro y eficaz.
MÉTODO POSE
A pesar de que en términos generales puede indicarse esta técnica para pacientes con un IMC superior a 30 normalmente preferimos indicarla cuando el IMC es algo superior es decir, para un IMC de 30 como primera opción plantearemos el balón (siempre hablando en términos generales puesto que no nos cansaremos de decir que cada paciente es único) y a partir de un IMC de 35 plantearemos el POSE.
No obstante nuestra experiencia nos demuestra que pacientes con IMC de entre 30-35 responden bien también a esta técnica por lo que más que definir en qué casos conviene una y otra en función del IMC se determina en función de múltiples variables. Por ejemplo, en aquellos casos en los que se plantea una solución reversible y menos agresiva frente a otra más agresivas e irreversibles (cirugía de la obesidad), el POSE o Cirugía Endoluminal es una opción adecuada.
¿Por qué? Fundamentalmente porque cuanto mayor es el IMC mayor es el esfuerzo que debe hacer el paciente para adelgazar y por lo tanto esta técnica que se basa en reducir el tamaño del estómago para que el paciente se sacie antes y coma menos se aconseja más en casos de mayor obesidad. No obstante para IMC de entre 30 a 35 ambos tratamientos -balón y pose- pueden (en términos generales) ser válidos.
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