La lucha contra la obesidad ha evolucionado significativamente en los últimos años, y cada vez más personas buscan opciones menos invasivas que la cirugía bariátrica. El balón intragástrico y el método POSE son dos tratamientos endoscópicos reconocidos por su eficacia en la reducción de peso y mejora de la salud metabólica. Aunque comparten algunas similitudes, sus diferencias pueden ser decisivas a la hora de elegir el procedimiento más adecuado para cada persona. La mayoría de nuestros pacientes con un IMC de entre 30-35 nos hacen la pregunta de si elegir balón gástrico o Método POSE y la respuesta es: DEPENDE.

Depende, es decir, cada paciente es único y cada caso persona con sobrepeso u obesidad tiene una historia detrás además de unas variables médicas que hay que tener en cuenta. Por eso no existe un tratamiento más efectivo que otro sino personas a quienes un tratamiento les resultará más efectivo que otro.

¿Qué es el balón intragástrico?

El balón intragástrico es un dispositivo médico de silicona que se introduce en el estómago por vía endoscópica y se llena con suero salino. Al ocupar espacio dentro del estómago, provoca una sensación de saciedad más rápida y prolongada, lo que ayuda al paciente a reducir la ingesta calórica.

Este tratamiento suele durar entre 6 y 12 meses, y durante ese tiempo se realiza un seguimiento médico y nutricional para acompañar el proceso de pérdida de peso. Es una solución reversible, lo que significa que el balón puede retirarse cuando se alcanza el objetivo o si existen complicaciones. Algunos modelos de balón incluso permiten ajustar el volumen durante el tratamiento para mejorar su tolerancia y eficacia.

Los estudios muestran que con una buena adherencia a los cambios de estilo de vida, los pacientes pueden perder entre el 10% y el 15% de su peso corporal.

El balón intragástrico tiene una serie de ventajas que a priori lo convierten en una opción válida para todo aquel que quiera perder un exceso de peso de entre 18 -20 kilos. En nuestro caso y después de haber tratado a más de 2.000 pacientes en los últimos 15 años, podemos decir que la pérdida de peso media es de alrededor de 20-22 kg. Se trata de una técnica sencilla, segura, sin cirugía y que no requiere ingreso hospitalario.

Balón gástrico o método POSE

En pacientes con Índice de Masa Corporal superior a 30 lo recomendamos puesto que suele funcionar bien. Eso sí, el paciente debe saber que “los milagros no existen” y que a pesar de que se trata de un procedimiento con muy buenos resultados, estos resultados sólo se mantendrán a largo plazo si la persona ha interiorizado el proceso de cambio de hábitos alimenticios que nuestro equipo médico le indique.

No olvidemos que el balón es una ayuda para que durante los 6 meses que dura el tratamiento el paciente aprenda a comer mejor, se sienta saciado antes y pueda hacer el cambio de hábitos que siempre ha intentado hacer pero que no le ha funcionado en otras ocasiones (dietas).

Los datos hablan por sí solos-  el promedio de kilos perdidos y su mantenimiento a medio plazo (dos años después) es de unos 20 kilos- pero el paciente no debe esperar a que el balón haga por sí solo el trabajo. El balón es la herramienta para adelgazar, el paciente es quien debe estar dispuesto a realizar todo el proceso en compañía del equipo médico que le ayudará a conseguirlo (nutricionista, psicólogo,..) de un modo seguro y eficaz.

¿En qué consiste el método POSE?

El Método POSE (Primary Obesity Surgery Endoluminal) se realiza también por vía endoscópica, pero su mecanismo es distinto. En lugar de introducir un cuerpo extraño, se realizan pliegues permanentes en las paredes del estómago que reducen su capacidad y alteran su forma, ralentizando el vaciado gástrico.

Este procedimiento se realiza en una única sesión, bajo sedación, y no requiere hospitalización prolongada. Al modificar la anatomía gástrica de forma definitiva, se genera una saciedad más duradera y se facilita el control del apetito a largo plazo. Está especialmente indicado en personas con sobrepeso u obesidad moderada que no han logrado resultados con dietas o tratamientos convencionales. La pérdida de peso con el Método POSE puede alcanzar entre el 15% y el 20% del peso corporal, dependiendo del perfil del paciente y su grado de compromiso con el tratamiento postoperatorio.

A pesar de que en términos generales puede indicarse esta técnica para pacientes con un IMC superior a 30 normalmente preferimos indicarla cuando el IMC es algo superior es decir, para un IMC de 30 como primera opción plantearemos el balón (siempre hablando en términos generales puesto que no nos cansaremos de decir que cada paciente es único) y  a partir de un IMC de 35 plantearemos el POSE.

No obstante nuestra experiencia nos demuestra que pacientes con IMC de entre 30-35 responden bien también a esta técnica por lo que más que definir en qué casos conviene una y otra en función del IMC se determina en función de múltiples variables. Por ejemplo, en aquellos casos en los que se plantea una solución reversible y menos agresiva frente a otra más agresivas e irreversibles (cirugía de la obesidad), el POSE o Cirugía Endoluminal es una opción adecuada.

¿Por qué? Fundamentalmente porque cuanto mayor es el IMC mayor es el esfuerzo que debe hacer el paciente para adelgazar y por lo tanto esta técnica que se basa en reducir el tamaño del estómago para que el paciente se sacie antes y coma menos se aconseja más en casos de mayor obesidad. No obstante para IMC de entre 30 a 35 ambos tratamientos -balón y pose- pueden (en términos generales) ser válidos.

Comparativa: Balón gástrico vs. Método POSE

Aunque ambos tratamientos tienen como objetivo facilitar la pérdida de peso y mejorar la calidad de vida, existen diferencias significativas:

  • Duración del efecto: El balón es temporal; el POSE es permanente.
  • Reversibilidad: El balón se puede retirar fácilmente. El POSE no requiere extracción, pero sus efectos no son reversibles.
  • Ritmo de pérdida de peso: El POSE suele ofrecer resultados más prolongados y estables.
  • Coste: El balón suele ser más económico, pero puede necesitar repetición si no se logra el objetivo.
  • Compromiso del paciente: Ambos exigen cambios profundos en la alimentación y hábitos de vida. Sin esta transformación, ningún tratamiento garantiza el éxito.

La elección debe basarse en una evaluación médica personalizada, que tenga en cuenta el historial clínico del paciente, su IMC, sus objetivos y su disposición al cambio.

¿Cuál es mejor para mí?

No existe una respuesta universal. Si buscas una intervención reversible y relativamente simple para comenzar un camino hacia hábitos más saludables, el balón intragástrico puede ser una excelente primera opción. Si, en cambio, estás preparado para un cambio estructural más profundo y buscas resultados duraderos sin necesidad de intervenciones futuras, el método POSE puede ser tu mejor alternativa.

El papel del equipo médico es fundamental: un enfoque multidisciplinar que incluya nutricionistas, psicólogos y especialistas en obesidad aumenta significativamente las probabilidades de éxito. El tratamiento es solo el primer paso; el verdadero cambio reside en el compromiso con un nuevo estilo de vida.

Preguntas frecuentes sobre balón gástrico o Método POSE

¿Cuál es el tiempo de recuperación tras el procedimiento?

En ambos casos, el paciente suele retomar sus actividades normales en pocos días. Es posible experimentar molestias gástricas leves o náuseas durante las primeras 48-72 horas.

¿Es necesaria hospitalización?

Ambos procedimientos se realizan de forma ambulatoria. Se requiere unas horas de observación, pero no suele ser necesaria una estancia hospitalaria prolongada.

¿Se puede recuperar el peso perdido?

Sí, si el paciente no mantiene hábitos saludables. El seguimiento nutricional y psicológico es esencial para evitar el “efecto rebote”.

¿Puedo hacer ejercicio tras el tratamiento?

Sí. De hecho, se recomienda retomar la actividad física moderada en cuanto sea posible. El ejercicio ayuda a mejorar los resultados y mantener el peso perdido.

¿Qué tipo de dieta debo seguir?

Inicialmente se indica una dieta líquida y progresiva hacia alimentos sólidos. Luego se personaliza según el perfil y las necesidades del paciente. La reeducación alimentaria es una parte crucial del proceso.

Ahora que ya conoces un poco más sobre estos tratamientos, elegir entre balón gástrico o Método POSE puede resultar más sencillo. Si tienes dudas, nuestro equipo médico estará encantado de atenderte y responder a todas las cuestiones que tengas. Ponte en contacto con nosotros y reserva ya tu consulta médica gratuita con nosotros.