Preguntas frecuentes
- Endoreducción Gástrica
- Generales
- Método Apollo
- Método POSE
- Método TORE
- Tratamiento con Balón Intragástrico
- Tratamientos reducción de estómago sin cirugía
En promedio, los pacientes pierden entre el 15% y el 20% de su peso corporal total en el primer año, siempre que mantengan cambios sostenidos en la alimentación y estilo de vida.
A diferencia de una manga gástrica quirúrgica o un bypass, no se corta ni se retira parte del estómago.
Se hace a través de la boca, usando un endoscopio con un sistema de sutura especial, por lo que no deja cicatrices visibles y el tiempo de recuperación es mucho menor.
Puedes contactar con Obesidad López-Nava dejándonos tus datos en nuestro formulario de contacto. Nuestro equipo se pondrá en contacto contigo cuanto antes para ayudarte y guiarte en lo que necesites.
Los efectos secundarios pueden variar según el tipo de tratamiento que se lleva a cabo. En general, pueden darse molestias gástricas, reducción del apetito, náuseas o mareos. Es indispensable compartir cualquier síntoma con el médico o especialista.
Sí, el tratamiento quirúrgico para la obesidad es seguro siempre que se realice por expertos en el sector. Sin embargo, siempre hay que conocer al paciente para realizar el tratamiento que más le convenga.
Los resultados se verán según el tipo de tratamiento llevado a cabo, además del compromiso que el paciente tenga post intervención. No obstante, en términos generales, se suelen ver resultados entre los 3 y 6 primeros meses.
Tras la intervención, el paciente es acompañado durante al menos un año por un equipo multidisciplinar que incluye nutricionistas, psicólogos y médicos especializados en obesidad. Se trabaja en tres pilares fundamentales: el cambio de hábitos alimentarios, el apoyo psicológico y el control médico.
Los beneficios incluyen la pérdida de peso sostenida, mejoría de enfermedades asociadas como hipertensión, colesterol alto o apnea del sueño, además de un notable aumento en la autoestima, el bienestar emocional y la calidad de vida general.
Esta técnica no requiere cortes ni cicatrices, se realiza por vía endoscópica bajo anestesia general y permite al paciente regresar a casa en menos de 24 horas. Presenta menos riesgos que la cirugía convencional y una recuperación mucho más rápida.
Aunque el Método TORE facilita una nueva pérdida de peso, existe riesgo de recuperación si no se mantienen hábitos saludables. Por ello, en Obesidad López Nava ofrecemos un programa integral de seguimiento nutricional y psicológico para asegurar el éxito a largo plazo.
La duración de los efectos del método TORE puede variar según el paciente, pero los estudios clínicos han mostrado resultados efectivos durante al menos 12 a 24 meses. Algunos puntos importantes:
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Pérdida de peso sostenida: Muchos pacientes pierden entre el 8 % y el 15 % del peso corporal total en los primeros 6 a 12 meses.
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Durabilidad: Si el paciente sigue un plan nutricional y de ejercicio adecuado, los beneficios pueden mantenerse más allá de los 2 años.
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Factores clave: La duración del efecto depende mucho del compromiso del paciente con el cambio de hábitos alimenticios y el seguimiento médico.
La duración de esta intervención es corta, en general suele durar entre 30 y 60 minutos.
El método TORE está recomendado para:
- Pacientes con recuperación de peso después de un bypass gástrico.
- Pacientes que no han logrado una pérdida de peso adecuada después de la cirugía bariátrica inicial.
- Pacientes que no quieren o no son candidatos para una cirugía bariátrica más invasiva.
Aunque es efectivo, tanto este método como otros, requieren de disciplina y ganas para cambiar y conseguir los objetivos. No dudes en consultar a nuestro equipo de médicos expertos para aconsejarte del método que más te convenga.
El Método TORE se realiza bajo sedación profunda o anestesia general ligera. El paciente no siente dolor durante la intervención y, gracias al enfoque mínimamente invasivo, las molestias postoperatorias son mínimas. Habitualmente, el alta médica se produce el mismo día o al día siguiente.
Se diferencia en varios puntos de una cirugía bariátrica tradicional, el Método TORE:
- No conlleva incisiones externas en la piel ni cirugía.
- Es de menor riesgo
- Tiene una recuperación mucho más rápida.
Es ideal como tratamiento secundario tras un bypass gástrico.
El método TORE consiste en reducir la parte del estómago que se ha dilatado, introduciendo vía oral un endoscopio para reducir el tamaño del estómago sin tener que realizar incisiones.
Esta técnica ayuda a reducir el volumen gástrico, de manera que el paciente tendrá menos capacidad de ingesta de alimentos.
El Método TORE es una técnica endoscópica innovadora que permite reducir la dilatación de la anastomosis gástrica tras un bypass gástrico previo, ayudando al paciente a volver a perder peso de forma segura y efectiva.
No, el Método Apollo no es una cirugía. Es un procedimiento endoscópico que se lleva a cabo introduciendo un endoscopio a través de la boca hasta el estómago. Allí, se colocan suturas internas para reducir su tamaño, sin necesidad de hacer incisiones ni dejar cicatrices visibles.
La principal diferencia entre el Método Apollo y la plicatura gástrica radica en la técnica utilizada. El Método Apollo es un procedimiento mínimamente invasivo realizado mediante endoscopia, sin necesidad de incisiones externas, mientras que la plicatura gástrica es una cirugía laparoscópica que requiere realizar pequeñas incisiones en el abdomen.
Está especialmente dirigida a personas con un IMC entre 30 y 40 kg/m². También puede recomendarse en casos de obesidad mórbida cuando la cirugía no sea viable.
En las primeras 24‑48 horas, pueden aparecer náuseas o dolor abdominal, generalmente leves. La mayoría retoma actividades normales en 2 días, con prudencia durante la primera semana. Se inicia una dieta progresiva desde líquidos hasta sólidos bajo supervisión médica.
Se estima una pérdida de entre el 15 % y el 20 % del peso corporal en los primeros 12 meses, según el compromiso del paciente.
El Método Apollo presenta riesgos mínimos en comparación con otras cirugías más invasivas. No obstante, como en cualquier procedimiento médico, pueden surgir algunos efectos secundarios temporales, como molestias estomacales, náuseas, dolor abdominal o reflujos. Estos efectos son generalmente leves y desaparecen en poco tiempo.
El Método Apollo es una solución efectiva y de larga duración para la pérdida de peso. Sin embargo, para mantener los resultados a largo plazo, es fundamental que el paciente adopte hábitos saludables, como seguir una dieta equilibrada y realizar ejercicio regularmente. El éxito del tratamiento depende en gran medida del compromiso del paciente con su estilo de vida posterior al procedimiento.
La intervención tiene una duración aproximada de entre 60 minutos. Al ser un tratamiento mínimamente invasivo, la recuperación es bastante rápida, permitiendo que los pacientes retomen sus actividades diarias en poco tiempo.
La cantidad de peso que se puede perder varía según el tipo de paciente y su compromiso con el proceso postoperatorio. En promedio, los pacientes pueden perder entre el 15% y el 20% de su peso corporal en los primeros 12 meses después del procedimiento.
Tras el procedimiento, es esencial seguir un programa multidisciplinar de seguimiento que incluya:
- Controles médicos regulares
- Asesoramiento nutricional personalizado
- Apoyo psicológico y/o coaching nutricional
Esto garantiza una pérdida de peso sostenible y cambios duraderos en el estilo de vida.
El Método POSE es considerado un procedimiento seguro y con bajo riesgo, ya que no requiere cirugía. No obstante, como cualquier intervención médica, puede presentar efectos secundarios leves como náuseas, molestias gástricas o dolor abdominal leve en los primeros días. Complicaciones graves son extremadamente raras.
Con el Método POSE, la pérdida de peso puede variar ya que el resultado está estrechamente relacionado con el nivel de compromiso del paciente en adoptar un estilo de vida saludable. Mantener un equilibrio entre una alimentación adecuada y la práctica constante de ejercicio físico es fundamental para lograr y mantener los resultados a largo plazo.
La pérdida de peso comenzará a ser visible en las primeras semanas después del procedimiento. A medida que el cuerpo se adapta a la nueva situación, el paciente experimentará una reducción en la cantidad de alimentos que puede consumir .
Sin embargo, el ritmo y los resultados dependen en gran medida del compromiso del paciente con el proceso. Seguir las recomendaciones nutricionales y realizar ejercicio físico regularmente son factores clave para acelerar y maximizar la pérdida de peso.
Aunque las suturas están preparadas para permanecer durante toda la vida en el estómago, el Método POSE es un procedimiento reversible. Es decir, si se estima necesario, es posible deshacer los pliegues y devolver el estómago a su estado original.
Tras la intervención, el paciente debe seguir un plan de alimentación específico indicado por nuestros expertos. Inicialmente, se deberá consumir una dieta líquida, y gradualmente se irán incorporando alimentos sólidos, siempre bajo supervisión médica.
Es importante evitar esfuerzos físicos intensos en los primeros días y seguir las indicaciones médicas al pie de la letra, asistiendo a todas las consultas de seguimiento recomendadas.
Contar con el apoyo de profesionales en nutrición y psicología es esencial para obtener los mejores resultados en el proceso de pérdida de peso.
El procedimiento se realiza bajo anestesia general, por lo que el paciente no siente dolor durante la intervención. Es posible experimentar molestias leves durante los primeros días posteriores, como náuseas o gases, pero suelen desaparecer rápidamente.
El procedimiento del Método POSE tiene una duración aproximada de entre 30 minutos y 1 hora. Al ser mínimamente invasivo, se realiza a través de un endoscopio introducido por la boca, lo que facilita una recuperación rápida y sin mayores molestias.
No, es un procedimiento ambulatorio. Aunque se realiza bajo anestesia general, el paciente suele permanecer en observación durante unas horas y puede volver a casa el mismo día o, como máximo, tras una noche de ingreso. La reincorporación a la rutina diaria es muy rápida, generalmente en 24-48 horas.
El balón intragástrico se aloja en el estómago durante un máximo de 6/7 meses, periodo tras el cual se extrae, nuevamente, mediante endoscopia. La función del balón es disminuir la sensación de hambre y reducir la ingesta de alimentos durante las comidas al producirse antes la sensación de saciedad.
No hay que olvidar que el balón intragástrico es sólo un complemento y una ayuda dentro de un tratamiento integral más amplio. Un equipo multidisciplinar (especialistas en aparato digestivo, psicólogos, nutricionistas, etc.) realiza el seguimiento del paciente durante un periodo de dos años.
El objetivo último no es sólo la pérdida de peso sino también que el paciente adopte unos hábitos de vida saludables para que mejore en salud y calidad de vida.
La calidad de los materiales empleados en un factor importante en el precio de la reducción de estómago, tanto en un balón intragástrico como en el de endoreducción gástrica.
Hay que tener en cuenta que el precio de un balón intragástrico no puede poner en riesgo su salud, ya que estará en tu estómago durante 6/7 meses.
En Obesidad López-Nava trabajamos con los mejores laboratorios y utilizamos materiales premiados en congresos y ferias internacionales. La I+D+i de estos laboratorios los hace referentes en el sector y no ponemos precio a la seguridad de nuestros pacientes.
Tras la retirada, se continúa con el seguimiento médico y nutricional para evitar el efecto rebote y consolidar el nuevo estilo de vida.
Sí. De hecho, el ejercicio físico es una parte fundamental para mejorar los resultados del tratamiento y mantener la pérdida de peso a largo plazo.
El balón intragástrico está destinado a pacientes con un Índice de Masa Corporal (IMC) a partir de 27. De todos modos, se recomienda acudir al especialista para que determine qué tratamiento contra la obesidad se ajusta mejor a cada caso.
El tratamiento con balón intragástrico es la primera opción, por rapidez, economía y comodidad, para el tratamiento rápido de un sobrepeso elevado.
No. La colocación se realiza con sedación suave y el paciente no siente dolor. Puede haber molestias leves durante los primeros días.
El procedimiento es mínimamente invasivo, rápido y fácil. En primer lugar, se introduce el balón vía endoscópica en el interior del estómago. Después se procede a inflarlo con aire y/o suero, ocupando parte del estómago y dejándole menor capacidad. Con ello se consigue que el paciente se sacie antes al ingerir alimentos, lo que beneficia la pérdida de peso.
El balón intragástrico se extrae pasado 6 o 12 meses, dependiendo del tipo de procedimiento y del paciente. Durante este periodo, se hará seguimiento y control de dieta. Además de que se recomienda realizar deportes de manera continua.
En promedio, los pacientes pierden entre un 10 % y un 20 % de su peso corporal, aunque los resultados varían según el seguimiento del tratamiento y los hábitos adquiridos.
Me gustaría quitar el estigma que tenemos del paciente obeso. La gran mayoría son pacientes normales, pero algunos tienen más sensación de hambre, otros tienen una relación emocional un poco patológica con la comida… El perfil más frecuente son pacientes que tienen ansiedad, porque nuestros estilos de vida pueden provocar ansiedad generalizada y la comida es un aliado. Esa ansiedad nos hace comer diferente porque no escuchamos esa saciedad y comemos más de lo que necesitamos. Por eso vamos de la mano la cirugía endoscópica, la nutrición y la psicología.
Nuestro paciente más frecuente y característico antes era una mujer de entre 30 y 40 años, ahora esa proporción se tiende a igualar entre hombres y mujeres. Es gente que ya ha intentado hacer dieta, y que entiende que esto es meterse a hacer una dieta seria, supervisada por médicos, nutricionistas y psicólogos, pero con una ayuda para que sea más efectiva y más fácil cumplirla. A todos nos animaría mucho hacer dieta sabiendo que va a ser sin pasar tanta hambre.
Uno no adelgaza porque tenga el estómago pequeño, adelgaza por lo que deja de comer. Lo que hay que hacer es cambiar esos hábitos y costumbres y luego mantenerse a base de comer de otra manera. Hemos visto que no hace falta reducir de una manera definitiva el estómago, sino que simplemente con dos, tres años y luego un estómago normal, realmente el paciente puede percibir que ha cambiado de hábitos y es una persona nueva. Lo bueno de esta reducción de estómago es que a los tres o cuatro años, el estómago poco a poco vuelve a la normalidad.
La endoreducción gástrica (lo que llamamos métodos Apollo y método Pose) es un poquito más efectiva, solo requiere una intervención. El balón intragástrico hay que quitarlo a los 7 u 8 meses, entonces ya son dos intervenciones, y aunque puede ser muy efectivo también, el paciente identifica demasiado el día que le quitan el balón como el día que deja de tener ayuda. Pero es verdad que los pacientes que lo cumplen bien, cuando les quitas el balón, han aprendido una conducta alimentaria buena y no solo se mantienen, sino que muchos siguen perdiendo peso.
Al ser a través de la boca, que es un orificio natural, llegamos directamente al interior del estómago. Si lo hiciéramos a través de la pared abdominal, tenemos que atravesar la piel, la grasa, los músculos, romper la pared del estómago… Ese trayecto puede tener muchas complicaciones y es agresivo. A través de la boca puedes entrar y salir las veces que sea necesario. En segundo lugar, el riesgo de complicaciones es muchísimo menor y si tienes que reintervenir por alguna causa, no tienes que volver a abrir una cicatriz. Luego la recuperación es rapidísima, el paciente se va a casa en el mismo día o a la mañana siguiente.
Básicamente son dos, la reducción de estómago por endoscopia o endo reducción gástrica, que hacemos con técnicas diferentes (método Apollo y Pose) y el balón gástrico. El balón no reduce el estómago pero lo ocupa con una prótesis de silicona que simula una reducción de estómago.
Teóricamente todos son candidatos pero tenemos que ver quién está dispuesto a este proceso educacional y de trabajo. Si vemos que el paciente realmente no busca un milagro y se ve involucrado en un trabajo a medio o largo plazo, pues es un paciente candidato. Yo creo que son ellos mismos los que se dan cuenta cuando les explicamos qué se necesita por ambas partes. Desde la pandemia tenemos mucha consulta de nutrición y psicología online que ayuda al paciente a cumplir sus consultas, pero aun así no deja de ser una cosa que se cuela en nuestras agendas y que hay que poder cumplir.
Uno de los aspectos más característicos de su unidad es que el proceso de adelgazamiento dura unos dos años. Una vez se ha realizado la intervención no significa que haya terminado.
En el mismo día de la intervención el paciente se va a su domicilio y tras un proceso de dieta blanda que dura un par de semanas, empezamos a educar y a trabajar con las dietas. Así están mínimo un año, aunque el seguimiento es de dos años.
Los pacientes solicitan la información y vienen a una consulta informativa gratuita, que es muy importante porque les contamos en qué consiste el tratamiento global, para que sepan que necesitamos que venga al menos una vez al mes, mínimo durante un año, a nutrición y también al psicólogo, que de una manera conductual les ayude a conseguir su objetivo.
Cuando hablamos de la técnica tenemos que sentar las expectativas para quitar la percepción de milagro e inculcar que vamos a ser una ayuda muy grande en un proceso difícil. Los pacientes nos buscan, les informamos y aquellos que vemos que van a ser capaces de hacerlo con los tres pilares que tenemos (reducción endoscópica, nutrición y psicología) son los pacientes que vamos a intervenir.
La técnica conlleva grandes beneficios en la salud física y mental del paciente: se reduce la presión arterial, bajan los niveles de colesterol, disminuyen y desaparecen los dolores musculares, aumenta notablemente la autoconfianza y la autoestima, mejorando la calidad de vida.
Estas técnicas realizadas por endoscopia no requieren ingreso, el paciente vuelve a su domicilio en menos de 24 horas sin ninguna cicatriz que cuidar y sin necesidad de volver al hospital en el medio plazo.
Está indicada para personas con un Índice de Masa Corporal (IMC) igual o superior a 27, que buscan una alternativa eficaz para perder peso y mejorar su salud sin someterse a cirugía. Personas que no han logrado bajar de peso con dieta y ejercicio. También que no desean o no califican para una cirugía bariátrica tradicional. Además, deben estar dispuestas a seguir un programa integral de nutrición, actividad física y apoyo psicológico. Cada caso debe ser valorado individualmente por un equipo médico especializado.
La endoreducción o manga gástrica sin cirugía es un método eficaz para la pérdida de peso, que realiza la reducción de estómago por vía oral evitando la cirugía abierta, y consiste en la realización de suturas en la cavidad interna del estómago. La endoreducción gástrica no es una operación quirúrgica sino una intervención endoscópica.
El tiempo de la intervención, efectuada bajo anestesia general, es de aproximadamente 45 minutos. En menos de 24 horas el paciente puede reincorporarse a su rutina normal.
El balón intragástrico se realiza con una intervención rápida, 1 hora, con todas las garantías, sin incisiones ni cicatrices externas.
El balón intragástrico se aloja en el estómago durante un máximo de seis o siete meses, periodo tras el cual se extrae, nuevamente, mediante endoscopia. La función del balón es retrasar la sensación de hambre y reducir la ingesta de alimentos durante las comidas al producirse antes la sensación de saciedad.
El balón gástrico, también llamado Balón Intragástrico o por sus siglas BIG, consiste en un dispositivo hinchable que se introduce por la boca por endoscopia. Esto quiere decir que la operación para introducir el balón es sin ingreso hospitalario y dura aproximadamente 30 minutos.
Una vez introducido, el balón intragástrico es hinchado con una solución salina o suero, de forma que en caso de accidente (laboral, de conducción, etc.) no ocurriría nada por absorber el líquido, al tratarse de simple suero fisiológico.
La principal ventaja del balón gástrico (o Balón IntraGástrico BIG) es que se trata de un tratamiento muy sencillo, que no requiere de ingreso hospitalario, se realiza sin cirugía externa ni incisiones, y además es completamente reversible.
El balón intragástrico, tratamiento implantable vía oral, está destinado a pacientes con un Índice de Masa Corporal (IMC) a partir de 27. De todos modos, se recomienda acudir al especialista para que determine qué tratamiento contra la obesidad se ajusta mejor a cada caso.
El tratamiento con balón intragástrico es la primera opción, por rapidez, economía y comodidad, para el tratamiento rápido de un sobrepeso elevado.


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