El sobrepeso y la obesidad son nocivos tanto para el cuerpo como para la mente. No solo hacen que una persona esté cansada y se sienta incómoda con su cuerpo, sino que el hecho de tener que soportar y cargar el peso de más somete al cuerpo a demasiado esfuerzo, sobre todo a los huesos y articulaciones de las piernas. Y, cuando se hacen mayores, los niños con sobrepeso tienen más probabilidades de desarrollo diabetes y problemas cardiacos.
Los problemas de salud que afectan a los jóvenes con sobrepeso incluyen:
· Enfermedad de Blount (o tibia vara). El hecho de que unos huesos en proceso de crecimiento tengan que cargar un exceso de peso puede provocar esta deformidad ósea en las pantorrillas.
· Artrosis. El desgaste y la inflamación de unas articulaciones que tienen que cargar un exceso de peso pueden provocar este problema articular doloroso a edades tempranas.
· Desplazamiento de la cabeza del fémur. Los niños y jóvenes obesos están en situación de riesgo de desarrollar este doloroso problema de cadera que requiere atención inmediata y cirugía para impedir que la articulación se deteriore todavía más.
· Asma. La obesidad se asocia a problemas respiratorios que pueden repercutir negativamente sobre las relaciones sociales, ya que es posible que los afectados no puedan seguir el ritmo de los demás chicos de su edad. El asma también puede repercutir sobre la práctica deportiva, pudiendo dificultar en casos extremos hasta los desplazamientos entre clases.
· Apnea del sueño. Este trastorno (en el que una persona deja de respirar temporalmente mientras duerme) es un problema grave para muchos adultos y niños con sobrepeso. No solo interrumpe el sueño sino que la apnea del sueño puede cursar con un profundo cansancio y repercutir negativamente sobre la capacidad de concentración. También puede provocar, a la larga, problemas cardiacos.
· Hipertensión arterial. Cuando la tensión arterial está demasiado alta, el corazón debe bombear más fuerte y las arterias deben trasportar sangre a mayor presión. Si el problema continúa durante mucho tiempo, el corazón y las arterias pueden dejar de funcionar como deberían. Aunque es muy poco frecuente en la gente joven, la hipertensión arterial es mucho más frecuente en los jóvenes que tienen sobrepeso u obesidad.
· Colesterol alto. Mucho antes de encontrase mal, los jóvenes obesos pueden tener concentraciones anómalas de lípidos en sangre, incluyendo colesterol LDL (de baja densidad, o “malo”) alto, colesterol HDL (de alta densidad, o “bueno”) bajo y triglicéridos altos. Esto aumenta el riesgo de infarto y de apoplejía con la edad.
·Cálculos biliares. La acumulación y endurecimiento de la bilis en la vesícula biliar forma cálculos biliares, que pueden ser dolorosos y requerir cirugía.
· Hígado graso. La acumulación de grasa en el hígado puede provocar inflamación, cicatrices y lesiones hepáticas permanentes.
· Hipertensión intracraneal benigna. Se trata de un cuadro benigno caracterizado por el aumento de la presión intracraneal que es una causa muy infrecuente de fuertes dolores de cabeza en jóvenes y adultos obesos. Además del dolor de cabeza, los síntomas pueden incluir vómitos, marcha inestable y problemas de visión que, de no tratarse, pueden hacerse permanentes.
· Síndrome de ovario poliquístico. Las chicas con sobrepeso a veces dejan de menstruar en algunos ciclos —o les desparece la regla por completo— y pueden tener una concentración demasiado elevada de testosterona (la hormona masculina) en sangre. Aunque todas las chicas tienen algo de testosterona en la sangre, un exceso de esta hormona puede interferir con la ovulación y puede provocar un crecimiento excesivo del vello corporal, empeoramiento del acné y calvicie propia de los hombres. El síndrome de ovario poliquístico se asocia a resistencia a la insulina, un precursor de la diabetes tipo 2. Las mujeres con sobrepeso también pueden tener problemas de fertilidad.
· Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2. Cuando hay un exceso de grasa corporal, la insulina es menos eficaz para hacer llegar la glucosa, la principal fuente de energía del cuerpo, a las células. De ahí que se necesite más insulina para mantener una concentración normal de azúcar en sangre. En algunos jóvenes, la resistencia a la insulina evoluciona a una diabetes tipo 2 (elevada concentración de azúcar en sangre).
· Depresión. Las personas obesas tiene más probabilidades de deprimirse y tener baja autoestima.
Afortunadamente, nunca es demasiado tarde para hacer cambios que te permitirán controlar eficazmente el peso y evitar los problemas de salud que este puede provocar. Esos cambios no tienen que ser radicales. Para empezar, proponte reducir las bebidas azucaradas, no repetir en las comidas y hacer más ejercicio, aunque solo sean de cinco a diez minutos al día.
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