Un estudio dirigido por Marta Garaulet determina que el horario del almuerzo influye en la pérdida de peso. Si usted pretende adelgazar, sepa que no basta con planificar una alimentación mediterránea y saludable. También debe evitar almorzar, siguiendo esa costumbre tan española, después de las tres. Comer tarde resta eficacia a la dieta, según concluye un estudio dirigido por Marta Garaulet, catedrática de Fisiología de la Universidad de Murcia, que acaba de publicar la revista ‘International Journal of Obesity’.

Los investigadores sometieron a un tratamiento de adelgazamiento a 420 personas -la gran mayoría murcianos- durante 20 semanas. Al finalizar el proceso, descubrieron que quienes almorzaban antes de las tres de la tarde habían reducido su peso un 12%, mientras que quienes habían retrasado el momento de la comida se habían quedado en una disminución del 8%. «La diferencia es importante», resalta Marta Garaulet. Significa que una persona con 100 kilos de peso puede perder 4 kilos más o menos dependiendo de cuándo se siente a comer.

¿Por qué influye el horario en el mayor o menor éxito de un tratamiento de adelgazamiento? «En relación con otros países, en España comemos tardísimo, y además con una ingesta muy fuerte de calorías. Casi el 40% de las calorías diarias las tomamos al mediodía. Si empezamos una comida de esas características a las tres y media de la tarde, estamos forzando mucho nuestra fisiología», explica Garaulet a ‘La Verdad’.

El estudio ha analizado la relación entre el horario de comidas y el reloj biológico. Almorzar tarde puede chocar con esos biorritmos. «Los seres humanos tenemos un reloj central en el hipotálamo que marca el horario de nuestra fisiología, de forma que puede haber una desincronización, una especie de ‘jet-lag’», entre el momento de la ingesta y el biorritmo de los órganos que intervienen en la asimilación de esos alimentos, explica Marta Garaulet.