La felicidad no aparece por dar un cambio radical a nuestras vidas. A menudos, con pequeños pasos introducidos en nuestro día a día podemos lograr grandes cambios. Por eso, qué mejor que empezar con las pequeñas acciones que os proponemos a continuación para que os acabéis convirtiendo en aquello que merecéis. Estos cinco hábitos van a contribuir de forma instantánea a vuestra felicidad y harán que os sintáis mejor cada día. Presta atención.
El vaso de agua.
Nada más levantarte, bébete un vaso de agua en ayunas. Reactiva el sistema digestivo tras el descanso nocturno. Cuando desayunes, tu cuerpo estará preparado para procesar la comida porque ya habrá entrado en funcionamiento con el agua.
Ríete.
Vete a ver un monólogo o ponte una buena comedia en el DVD… y le dirás adiós a 300 calorías mientras disfrutas. Además, reír mejora la autoestima y nos hace conectar con el resto y con nosotros mismos. Hazlo en familia o contigo mismo, no importa, sólo ríete.
Reír es uno de los ejercicios más sanos posibles. ¡no dejéis de hacerlo!
Concéntrate.
A veces acometemos las tareas diarias con mucha predisposición, pero sin planificar; empezamos tareas con prisas. Es importante saber qué estás haciendo. Para concentrarte antes de una pequeña tarea, inhala hasta cinco veces seguidas y exhala en una sola. Eso te ayudará a concentrarte, porque le das oxígeno al cerebro. ¡Las prisas son malas consejeras! Planificar te ahorrará tiempo y seguro que obtendrás resultados mejores que si no lo haces.
Júntate con personas alegres.
Cuando ves a alguien contento tus neuronas reaccionan, a través de un juego de espejos cerebral, y deciden alegrarse también. Intenta hacer planes con tus amigos que os hagan divertiros. Es salud.
Disfruta.
La vida está llena de pequeñas cosas sencillamente maravillosas que a veces pasamos por alto. Una llamada con un amigo al que aprecias, hablar con tu madre, un buen plato de verduras cocinado con alguien, entrar en una tienda absurda de los chinos –o un Tiger– para ver los objetos que vende o, sencillamente, quedarte mirando la luz del atardecer… ¡y hacer alguna foto de ese momento para colgarla! Hay millones de maneras de disfrutar cada día. No las desaproveches.
La vida es la suma de cada pequeño detalle que compone tu vida, tu rutina y tu personalidad. Con simples y pequeños ajustes pueden conseguirse grandes cambios. ¿Por qué no empezamos?
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