Estas fechas representan el primer contacto con el traje de baño, el sol… y los kilos de más. Después de la Semana Santa se observa un incremento del 40 por ciento en las consultas médicas por obesidad y sobrepeso, según datos de Obesidad López-Nava, Unidad Endoscópica de la Obesidad del Hospital Universitario Madrid Sanchinarro.
Según el Dr. Gontrand López-Nava, director de esta unidad, “la salud es el motivo más importante por el que nuestros pacientes acuden a consulta; el cambio de vestuario propio de estas temperaturas más cálidas es el detonante para que la gente decida poner solución eficaz y definitiva a su problema con el sobrepeso ayudada por profesionales”.
Sin embargo, ese repunte de pacientes también se nota en centros dirigidos por personas carentes de titulación sanitaria especializada. “Las dietas ‘milagro’, que prometen bajar muchos kilos muy rápido para lucir perfecto en verano siguen siendo un reclamo muy goloso. Pero como López-Nava señala, “los milagros no existen: la única garantía para bajar de peso y no recuperarlo es enfrentarse al problema desde todos los ámbitos, y sobre todo aprender a comer sano, cambiar los hábitos de vida y hacer ejercicio”.
¿Por qué fallan las dietas?
El Dr. López-Nava insiste en que las dietas fallan porque se necesita ayuda para cumplirlas. Aparte de la ayuda endoscópica para “engañar las señales del estómago”, el abordaje multidisciplinar del problema es decisivo.
La educación nutricional también es un factor decisivo en el elevado índice de fracaso de las dietas. Un gran número de pacientes carece de conocimientos sólidos sobre lo que es una alimentación sana y equilibrada, y un 70 por ciento, además,tiene problemas de tiempo y ansiedad y relaciona sus estados anímicos con la comida. “Muchos están tristes y comen; están contentos y comen. Y luego están aquellos que tienen poco tiempo y acaban comiendo más y peor”, apunta el Dr. López Nava. “En el fondo, no son las dietas las que fallan; fallan las personas que por distintos motivos no pueden cumplirlas, y que además necesitan restringir temporalmente el espacio del estomago para poder tener éxito”, insiste.
De hecho, según datos de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, el 81 por ciento de los españoles fracasa en sus regímenes de adelgazamiento. Para el Dr. López-Nava, estas cifras reflejan que los pacientes no están preparados ni cuentan con los apoyos necesarios para mantener las dietas.
Cuando la dieta no es suficiente
Muchos pacientes requieren de un apoyo extra para perder peso que aumente la eficacia de la dieta y el ejercicio. Lostratamientos endoscópicos como el balón intragástrico o el novedoso Método Apollo (reducción del estómago mucho más segura) son ayudas complementarias sumamente eficaces, realizadas exclusivamente a través de la boca, sin cicatrices (es decir, sin cirugía tradicional), y que permiten al paciente alcanzar un peso saludable más fácilmente. Desde Obesidad Lopez-Nava se ha comprobado que las pérdidas de peso son mucho mayores y más estables en los pacientes que se someten a dieta ayudados por el balón intragástrico o por el Método Apollo que en los que intentan realizar una dieta sin ayuda endoscópica.De hecho, estos porcentajes se incrementan hasta en un doscientos por cien a los seis meses de la intervención. Para obtener un resultado permanente, el director de la Unidad Endoscópica de la Obesidad recalca la importancia de que este tipo de tratamientos cuenten con un asesoramiento integral. “De nada sirve que te implanten un balón sin unas pautas óptimas de alimentación, apoyo psicológico y deportivo durante al menos dos años; tenemos que lograr que el paciente cambie de vida, y eso no es cosa de un mes. Debemos recorrer con él un camino más allá de la pérdida de peso”.
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