Para la mayor parte de los pacientes, ganar en salud y en calidad de vida son los aspectos que más influyen a la hora de buscar soluciones para combatir el sobrepeso.

Cuando les preguntamos a nuestros pacientes sobre cuál es la motivación principal para perder peso, prácticamente todos responden: “ganar calidad de vida”,

Y es que antes de someterse a un tratamiento para la pérdida de peso, es fundamental que el paciente tenga una motivación principal que le ayude durante el proceso. Cuando un paciente acude a nuestra consulta siempre hay algún motivo por el cual ha decidido informarse y que suele ir mucho más allá del concepto “estético” de adelgazar o verse mejor físicamente. En la mayoría de casos se trata de conseguir una mejora en la calidad de vida; muchos pacientes son conscientes de cómo les afecta el sobrepeso en su día a día, se sienten con menos energía para hacer cosas, más cansados, por no hablar de problemas asociados al sobrepeso que la mayoría de pacientes intuyen o conocen como la diabetes tipo 2, problemas de infertilidad, problemas de articulaciones, etc.

Por otro lado muchos de los pacientes que acuden a nuestra consulta deciden perder peso por indicación médica y por problemas relacionados con la salud  pero con el tiempo esa motivación principal desaparece y son necesarias otras motivaciones más relacionadas con el día a día y el estilo de vida que no con la salud,  para que el paciente lleve a cabo un cambio de sus hábitos alimenticios y prosiga con los esfuerzos necesarios para cambiar su estilo de vida.

Esta motivación se da sobre todo a partir del momento en que los pacientes empiezan a perder peso. Es en esa primera fase cuando notan que empiezan a sentirse mejor, menos cansados, más atractivos, etc. En ese momento es importante ver y enumerar esa lista de motivaciones mucho más concretas, como hacer actividades que antes no hacían, poder vestir ropa que antes no usaban, poder controlar la ansiedad a la hora de comer etc..- que les ayudarán a continuar en el proceso para conseguir la pérdida de peso y lo más importante, su mantenimiento a largo plazo.

 

Mejoría notable del estado físico y anímico

Además de perder peso, los pacientes que han realizado el tratamiento de balón intragástrico o bien se han sometido a una reducción de estómago mediante cirugía endoluminal, combinado en ambos casos con apoyo psicológico y nutricional, han mejorado notablemente su estado de salud en general tanto desde el punto de vista físico y enfermedades asociadas como desde el punto de vista anímico y psicológico.

 

 

 

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