La elíptica se ha convertido en la máquina de moda para perder o mantener el peso. Normalmente nos subimos en ella en el gimnasio, en la que aparecen diferentes programas dependiendo de si queremos quemar calorías o tonificar los músculos. Pero si tienes una en casa, o simplemente quieres controlar tú el programa, necesitas una rutina.

Te descubrimos un entrenamiento de 40 minutos en el que vas a quemar una gran cantidad de calorías, activando tu corazón, fortaleciendo los músculos y, sobre todo, quemando grasa. Además, al tratarse de un entrenamiento en el que se aumenta y se reduce la intensidad, la quema de grasas estará activa en tu cuerpo durante varios días más.

Entrenamiento:

-0 a 5 minutos: de forma tranquila y pausada, que no te cueste respirar.

-De 5 a 10 minutos: aumentamos ya la intensidad, trotando, sintiendo como ya nos cuesta más respirar y se nos acelera el corazón. Si tu máquina tiene intensidad por niveles, sería el número 8.

-De 10 a 15 minutos: reducimos intensidad, bajamos la fuerza. Corresponde a un nivel 6.

-De 15 a 20 minutos: subimos ligeramente la intensidad, sin llegar a trotar. Nivel 7.

-De 20 a 25 minutos: reducimos considerablemente el ritmo, haciéndolo de forma pausada, aprovechando para bajar las pulsaciones y volver a establecer una respiración más pausada. Nivel 3.

-De 25 a 30 minutos: subimos al nivel máximo, el nivel en el que antes estuvimos trotando. Nivel 8.

-De 30 a 35 minutos: De nuevo, el nivel más bajo. Nivel 3.

-De 35 a 40 minutos: es la parte del enfriamiento. Vamos bajando la intensidad poco a poco y hacia el minuto 40 nuestras piernas deben frenarse solas.

Con esta rutina, el cuerpo quema la grasa de forma considerable, ya que nunca se acostumbra al ritmo al subirlo y bajarlo frecuentemente. En entrenamiento a picos de intensidad, el cuerpo no llega a coger nunca el ritmo y estamos trabajando con alto rendimiento en toda la sesión.

Siempre al trabajar con máquina elíptica, debes estar al menos 30 minutos. Es el tiempo ideal mínimo para cualquier trabajo en el que se pone a prueba la resistencia de nuestro sistema cardiovascular. Si nunca has entrenado o te cuesta mantenerte activo los 30 minutos, puedes empezar por 15 o 20, también a intervalos de intensidad, e ir aumentando la duración poco a poco. Una vez que hagas los 30 minutos más o menos sin problema, puedes o bien alargar la duración hasta los 45-60 minutos o permanecer en los 30 minutos, pero subiendo las intensidades de trabajo.

Ángel Rull – Psicólogo.