Sufrir ansiedad y llegar a tener atracones puede sucederte a menudo si estás intentando adelgazar de forma incorrecta. Los niveles de ansiedad se disparan y pierdes el control.

Esto le ocurre a un elevado número de personas que intentan perder peso a través de métodos excesivamente restrictivos, como numerosas dietas milagro. Realizan bien la dieta durante la semana, pero llegado el sábado ya no pueden más y se descontrolan. “Tengo mucha ansiedad con la comida”, afirman.

¿Qué estrategias podemos utilizar para empezar a controlar esa ansiedad?

Fíjate en tu estado de ánimo. Si tiendes a estar estresado, ansioso y/o deprimido, hay una alta probabilidad de que llegues a sufrir este descontrol. Para ello, elabora un listado de actividades satisfactorias que te gustaría hacer. Centra tu ocio en esa lista. No se trata de que estés ocupado el 100% del tiempo, sino de que tengas una vida plena, y para ello debes estar fuera del sofá.

Vigila la situación. Evita momentos del día y lugares que puedan suponer un peligro para ti. Debes saber anticiparse a esas situaciones que te disparan la ansiedad o el aburrimiento y que acaban haciéndote ir a la nevera. ¿Te suele ocurrir por la tarde? Procura entonces que esas horas estén ocupadas en otro tipo de actividades, como el gimnasio, un paseo con amigos o cualquier otra tarea incompatible con la comida.

Procura no tener acceso a alimentos prohibidos. No se trata de no tenerlos en casa sino de que su acceso sea más difícil. No lo tengas a la vista, pon delante alimentos saludables o, incluso, tira lo que no os hace bien a ti y a tu familia.

Sigue una dieta pautada por un especialista. Aléjate de dietas sacadas de revistas o de Internet. Come lo que tu médico te recomiende. Es la mejor forma de perder peso sin poner en riesgo tu salud.

No hay alimentos prohibidos. Únicamente, durante un periodo de tiempo concreto, debemos eliminar de nuestra dieta determinados alimentos. Una vez se haya normalizado el peso, volveremos poco a poco a introducir esos alimentos, como las legumbres, siempre teniendo en cuenta que la cantidad será más reducida.

Ten siempre que la relación que mantienes con la comida debe ser una fuente más de bienestar, no de infelicidad. El exceso de control y culpa pueden nublar tu mundo, por lo que el psicólogo también es una fuente de apoyo en la pérdida de peso.

Ángel Rull – Psicólogo